miércoles, 22 de octubre de 2014

Por qué Penélope?



Penélope  es un personaje de La Odisea, de Homero

Penélope es la esposa del personaje principal, el rey de Itaca, Ulises. Ella espera durante veinte años (que ya es esperar) el regreso de su marido de la Guerra de Troya. Por esta razón se le considera un símbolo de la fidelidad conyugal hasta el día de hoy. ¿Veinte años de espera, y ni una llamada, ni un whatssap? Me pregunto si preparaba la cena cada noche por si llegaba

Mientras su marido está por ahí con sus amigotes, Penélope es pretendida por múltiples hombres. Para mantener su castidad ante la ausencia de su marido, ésta idea un gran plan. Les dice a los pretendientes que aceptará la desaparición de Ulises, con la consecuente promesa de un nuevo enlace, cuando termine de tejer un sudario, para cuando falleciese el padre del Rey, en el que estaba trabajando. Para mantener el mayor tiempo posible este tejido en elaboración, procura deshacer por la noche lo que creó durante el día, y de esta forma soporta los veinte años. Justo cuando Ulises llega a casa, Penélope termina la labor, el marido tardón mata a los pretendientes y permanece con ella. Happy end. A todo esto, Telémaco, el hijo, ya pasaba de los veinte, y no sé si la historia cuenta (soy lectora compulsiva, pero no he leído La Odisea; ni La Ilíada; ni el Ulises de Joyce) qué le pareció a él lo de tener un padre de repente, después de haber tenido tanto tiempo a mamá para él solito. Pero eso ya es otro mito griego

Y por qué Penélope aquí? 
  • Soy fiel por convicción
  • Deshago sin dolor: para mí tirar de la hebra, descoser lo cosido o reescribir lo escrito son parte consustancial del proceso creativo.
  • Es un velado homenaje a mis padres: mi madre hacía punto; y deshacía punto casi en la misma proporción. Era terminar un jersey y deshacer otro para rehacerlo mezclando la lana con aquella otra para conseguir no sé qué textura. Eso, cuando no llegaba a acabarlo porque a punto de cerrar se daba cuenta que habíamos crecido y ya nos quedaba pequeño. Cuando mi padre llegaba de trabajar (buf, la cantidad de horas extraordinarias que hacía el pobre) y se la encontraba ovillando lanas recicladas, le decía "Buenas noches, Penélope". Él, lector compulsivo como yo, (yo como él, más bien) tampoco había leído La Odisea; ni La Ilíada; ni el Ulises de Joyce. Pero como era un tipo culto (de la cultura ésa que da el leer todo lo que pillas, y de tener la radio puesta 18 horas diarias) conocía el mito.
Yo tengo menos paciencia que Penélope, y supongo que si mi marido se presentase  después de veinte años de espera, lo mínimo que le hubiera dicho sería "Habrás ganado la guerra, por lo menos, no?"

Y a continuación: "Pues te advierto que no he ido a la compra, así que si quieres cenar, vete pensando dónde vamos"



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